martes, 16 de marzo de 2010

TRÁNSITO







En la noche de ayer, ha subido al Padre nuestro muy querido hermano Manuel Perales.


Hombre de bien, padre y esposo ejemplar, amigo íntegro y cabal, que siempre llevaremos en el corazón.


Él creía en Ti, Señor, y la advocación mariana de la Virgen negra Nuestra Señora del Rocío, le acompañó toda su vida. Que ambos le reciban con Su infinito amor y le premien todas las buenas cosas que hizo en esta etapa de su evolución.


Descansa en la Luz, querido Manolo, y desde ella, pide por nosotros. Hasta que nos volvamos a encontrar.

¿Algún comentario?